He walked out, and the man at the desk kept staring after him, frowning.
In the fourth bank he tried, Edward Johnson had a special checking account. Parker got the account number and the present balance, and a new checkbook to replace the one he'd lost. Edward Johnson only had six hundred dollars and change in his account. Parker felt sorry for him.
He left the bank, went into a men's clothing store, and bought a suit and a shirt and a tie and socks and shoes. He paid by check. The clerk compared the signature with the one on his driver's license, and called the bank to see if he had enough cash in his account to cover the check. He did.
He carried the packages up to the bus terminal on 40th Street, and went up to the men's room. He didn't have a dime to open a stall door, so he crawled under it, pushing his packages ahead of him. He changed into the new clothes, transferred his wallet and checkbook, and left all the old clothes in the stall.
He walked north till he came to a leather goods shop. He bought a hundred and fifty dollars' worth of good luggage, a matched set of four pieces. He showed the driver's license for identification, and they didn't even call the bank. Two blocks he carried the luggage, and then he got thirty-five dollars for it at a pawn shop. He went crosstown, and did it twice more -- luggage to pawn shop -- and got another eighty dollars.
Salió de la oficina, mientras el empleado lo miraba con el ceño fruncido.
En el cuarto banco que intentó, Edward Johnson tenía una cuenta bancaria especial. Parker consiguió el número de la cuenta, el saldo actual y un nuevo talonario de cheques para remplazar el que había perdido. Edward Johnson solo tenía 600 dólares y pico en su cuenta. Parker lo sintió por él.
Abandonó el banco y fue a una tienda de ropa para caballeros. Compró una chaqueta, una camisa, una corbata, calcetines y zapatos. Pagó con un cheque. El vendedor comparó la firma con la del Permiso de Conducir y llamó al banco para saber si tenía suficiente saldo como para cubrir el cheque. Lo tenía.
Llevó los paquetes hasta la terminal de autobuses de la calle 40 y se metió en el aseo de caballeros. No tenía una moneda de 10 centavos para abrir la puerta del retrete, así que se arrastró por debajo con sus paquetes. Allí dentro se puso sus nuevas ropas, recogió su cartera y el talonario de cheques y abandonó la ropa vieja en el aseo.
Caminó hacia el norte hasta llegar a una tienda de artículos de piel. Compró maletas por valor de 150 dólares: un conjunto de maletas de 4 piezas. Mostró el Permiso de Conducir como identificación. En ningún momento llamaron al banco. Acarreó las maletas dos manzanas hasta una casa de empeños y consiguió 35 dólares por ellas. Recorrió la ciudad y repitió el proceso dos veces (de tienda de maletas a casa de empeños) y consiguió otros ochenta dólares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario